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Cambiar tu plato de ducha por otro puede ser la solución ideal si buscas mayor comodidad, accesibilidad y aprovechamiento del espacio en tu baño. Realizar este cambio es sencillo, pero debes tener en cuenta que no es posible instalar un plato de ducha sin obras, ya que habrá que disponer de ciertos materiales y herramientas.

1. Elección de los materiales

El primer paso en el proceso en la reforma de ducha será elegir el nuevo plato de ducha, así como la grifería y la mampara que vamos a instalar. La elección de los materiales adecuados es crucial para garantizar la durabilidad y funcionalidad de tu nueva ducha.

En los siguientes apartados te mostramos algunas pautas que te ayudarán en la elección de materiales.

1.1. Elección del nuevo plato de ducha

El plato de ducha es uno de los elementos clave en la reforma de ducha. Por ello, debes elegir un material funcional, resistente y acorde con el diseño de tu baño. Independientemente del material, es conveniente que escojas un suelo para ducha antideslizante, que aportará mayor seguridad.

En los siguientes apartados te hablamos de las opciones más comunes en la reforma de baño sobre plato de ducha.

1.1.1. Materiales del plato de ducha

  • Resina: los platos de ducha de resinaofrecen una superficie antideslizante y se integran muy bien en diseños modernos. Además, tienen un mantenimiento relativamente sencillo. Por todo ello, es una de las opciones más populares, también por su resistencia y ligereza.
  • Acrílico: son los más económicos. Los platos de ducha acrílicosson ligeros y fáciles de instalar, una opción práctica y funcional para quienes buscan una reforma rápida.
  • Piedra natural: si prefieres un acabado de lujo y muy resistente, los platos de ducha de mármol o granito son una excelente opción. Son muy duraderos y ofrecen una estética única, aunque suelen ser más caros y pesados.
  • Cerámica: los platos de ducha cerámicos son resistentes y fáciles de limpiar, y ofrecen una amplia variedad de acabados. Sin embargo, pueden ser más frágiles que otros ya nombrados.

1.1.2. Dimensiones del plato de ducha

Si vas a cambiar una ducha por otra ducha nueva, deberás seleccionar un plato de ducha que tenga al menos el mismo ancho y largo que el plato que vas a retirar.

Si vas a cambiar el plato de ducha por uno más grande, no tendrías ningún problema, ya que el nuevo plato se puede recortar para ajustarlo al espacio disponible.

Si, por el contrario, vas a sustituir tu plato de ducha por otro más pequeño, tendrás que recubrir las superficies que estaban ocupadas anteriormente mediante baldosas que coincidan con la nueva instalación.

1.2. Elección de la grifería

Los grifos de ducha son un elemento esencial que debe combinar funcionalidad y estilo, armonizando con el resto del diseño del baño. Te mostramos las opciones principales si quieres cambiar la grifería de la ducha:

  • Grifo monomando: este tipo de grifo consta de un solo mando para controlar tanto el caudal como la temperatura del agua, lo que lo hace muy cómodo y fácil de usar. El monomando de ducha es una opción muy popular por su minimalismo y sencilla instalación. Resulta más económico que otras alternativas, sin sacrificar estilo ni funcionalidad.
  • Grifo termostático: los grifos termostáticos de ducha combinan a la perfección comodidad y seguridad. Permiten regular la temperatura con un termostato, lo que mantiene el agua a la temperatura seleccionada sin importar cambios en el flujo o presión del agua. Además, al cerrarlo, siempre se vuelve a la temperatura previamente ajustada. Son grifos que proporcionan seguridad y confort, pero a un precio un poco más elevado.
  • Ducha de hidromasaje: es un tipo de ducha moderna y funcional, que proporciona una experiencia relajación intensa. Incorporan varios chorros de agua a presión desde diferentes puntos para proporcionar un masaje placentero. Normalmente, incluyen una «teleducha» como complemento.

1.3. Elección de la mampara

 Como sabemos, lo primordial de una mampara es actuar como barrera para que el agua no salga del plato de ducha. Existen diferentes modelos que debes considerar si vas a sustituir la mampara de ducha:

  • Mamparas fijas: se fijan a la pared y a la ducha, quedando estáticas. Son ideales para baños grandes, ya que permiten un fácil acceso y no comprometen el espacio útil del baño. La instalación es sencilla, y no requieren mantenimiento complejo.
  • Mamparas abatibles: giran sobre un eje vertical, facilitando el acceso a la ducha. Recomendables para baños grandes, ya que requieren de espacio libre para abrirse.
  • Mamparas plegables: se componen de varias hojas que se pliegan al cerrar la mampara, ahorrando espacio. Normalmente requieren de un riel, pero son altamente funcionales.
  • Mamparas correderas: cuentan con una o dos hojas que se deslizan, generalmente sobre un riel fijado al borde de la ducha o las paredes. Es un sistema práctico y que no ocupa espacio adicional, pero conviene instalar un riel de buena calidad para garantizar su funcionalidad a lo largo del tiempo.

En cuanto a materiales, contamos con dos alternativas principales:

  • Vidrio templado: es el material más común. Es resistente a las diferencias de temperatura y seguro en caso de rotura, ya que se fragmenta en pequeños pedazos. Además, las mamparas de vidrio templado son muy fáciles de limpiar.
  • Acrílico: es una opción más económica y ligera, pudiendo durar hasta diez años. Sin embargo, las mamparas de acrílico pueden perder su brillo y color con el paso del tiempo.

1.4. Elección de azulejos

Al cambiar un plato de ducha por otro plato de ducha de menores dimensiones, te encontraras con un hueco en la pared que deberás cubrir con azulejos. En cambio, si la nueva ducha tiene el mismo tamaño que la anterior, podrás cambiar el plato de ducha sin cambiar azulejos.

Si vas a realizar una reforma integral de baño, considera cambiar los azulejos hasta el techo, especialmente si los azulejos existentes están dañados o envejecidos. Esto puede dar un aspecto más moderno y renovado a tu baño. Si decides conservar los azulejos existentes, lo más importante es que el acabado sea coherente con el diseño del baño y que la instalación sea segura y resistente.

Si vas a cambiar la ducha por otra de menores dimensiones lo ideal sería utilizar azulejos del diseño original para cubrir el hueco que deje la bañera. Si no hubo excedentes en la obra inicial, es posible que en alguna tienda especializada encuentres el lote exacto o una referencia muy similar.

Si por el contrario, no dispones de los originales, deberás elegir un nuevo modelo de azulejo. Una vez elegido, deberás tomar medidas del hueco que necesitas cubrir. Mide el alto, ancho y la profundidad del mismo para asegurarte de que los azulejos encajen perfectamente en el espacio disponible. De todas formas, esto se podría solventar con más cemento a la hora de alicatarlo.

Tienes varias alternativas para obtener un resultado integrado en la sustitución de plato de ducha:

  • Fusión de estilos: tienes la opción de hacer una fusión de estilos, utilizando un diseño complementario para jugar con los contrastes. Por ejemplo, puedes optar por azulejos de diferente color, textura o tamaño, creando un efecto visual que haga que el cambio sea parte del diseño global de la ducha.
  • Franja de transición: elige una franja de transición que combine bien con los azulejos existentes. Puedes usar una banda de mosaico, una franja de un solo color o un acabado mate o brillante que se coordine con los azulejos anteriores, lo que dará una sensación de continuidad. De está manera, optimizarás el resultado de la reforma de plato de ducha
  • Mosaico: si tienes un hueco pequeño o de difícil acceso, puedes elegir un mosaico que se ajuste perfectamente al espacio disponible. Este tipo de azulejos es perfecto para crear efectos visuales interesantes y se adapta bien a áreas pequeñas o difíciles de cubrir.

2. Preparación para retirada de ducha

En los siguientes pasos te contamos los pasos previos a la retirada de tu ducha actual:

1. Despeja el baño: retira todos los elemento decorativos o de uso que puedan obstaculizar el área de trabajo. Esto incluye también cualquier mueble o electrodoméstico que esté cerca de la bañera. Es un paso esencial para poder llevar a cabo el cambio de ducha sin causar daños en el resto de la vivienda.

2. Eliminación de escombros: necesitarás retirar todos los materiales sobrantes generados en la reforma. Para ello, debes asegurarte de que el pasillo y otras áreas cercanas estén protegidas y libres de obstáculos. Además, debes disponer de bolsas o cubos listos para acumular los residuos y depositarlos en el punto limpio o solicitar su recogida en un servicio de recogida.

3. Desconecta el suministro de agua: antes de comenzarla reforma, corta el suministro de agua a la bañera. Esto evitará cualquier fuga o accidente al desconectar las tuberías.

4. Protección del suelo: coloca una lona, plástico o algún tipo de papel protector sobre el suelo del baño y del pasillo para evitar desperfectos y facilitar la limpieza

5. Materiales y herramientas: ten preparado todo lo necesario para cambiar el plato de ducha, ya que de este modo economizarás el tiempo.

6. Comprueba la ventilación: asegúrate de que el baño esté bien ventilado para evitar la acumulación de polvo y humedad durante el proceso. Si es posible, abre una ventana o coloca un ventilador.

7. Revisa los accesos: verifica que la antigua bañera puede pasar por la puerta del baño y por el pasillo. Retira los obstáculos y, si es necesario, puedes desmontar temporalmente la puerta.

8. Comprueba la iluminación: procura que haya suficiente visibilidad en el área de trabajo, ya sea mediante la luz natural o artificial.

3. Retirada del plato de ducha

El siguiente paso en el cambio de plato de ducha por otro plato es localizar la llave de paso principal de la vivienda para cerrarla. Después, abre los grifos del lavabo y de la bañera para drenar completamente las tuberías. Ahora sí, puedes comenzar el cambio de ducha por ducha.

  • Desmontaje de la grifería y el desagüe: para retirar el plato de ducha, lo primero que haremos será desconectar las conexiones de agua y los componentes que forman el desagüe.

Utiliza una llave inglesa o una llave ajustable para aflojar las conexiones de las tuberías de agua caliente y fría de la pared. Si hay tornillos visibles que sujetan la grifería, usa un destornillador adecuado para quitarlos.

El desagüe se libera de la bañera retirando el embellecedor. Si el desagüe está sellado con silicona o masilla, utiliza un cutter para cortar el adhesivo alrededor del desagüe y el rebosadero, lo que te permitirá liberarlos con más facilidad.

Es muy importante limpiar los restos de pegamento de las conexiones, utilizando un limpiador adecuado o un solvente si es necesario, para garantizar que todo quede limpio y listo para los próximos pasos.

  • Desmontaje del plato de ducha: para empezar, deberás inspeccionar las fijaciones que sujetan el plato de ducha al suelo o a la pared. Si la ducha está sellada con silicona o masilla, introduce un cutter en las juntas entre el plato de ducha y la pared o el suelo. Corta con cuidado todo el sellador que la mantiene fija. Recuerda trabajar de forma controlada para no dañar las superficies circundantes que no vas a retirar.

Una vez hayas cortado el sellador, utiliza una palanca para separar el plato del suelo. Introduce la palanca con cuidado en varios puntos y aplica presión uniforme para despegarla. Si encuentras alguna resistencia, revisa si hay fijaciones ocultas. En caso de que el plato de ducha siga sin moverse, verifica si quedan conexiones o adhesivos que aún la sujeten.

Cuando el plato de ducha está completamente libre, con la ayuda de otra persona, levanta el plato de ducha desde un extremo y muévela con cuidado hacia donde se va a desechar. Ahora, ya tendrás el espacio disponible para sustituir el plato de ducha por otro.

  • Retirada del plato de ducha: una vez retirado el plato de ducha, es hora de deshacerte los escombros que se hayan generado durante el proceso de desguace. Recoge los restos de azulejos, adhesivos, masilla y partes de la ducha antigua, y clasifica los escombros en bolsas o cubos para facilitar su transporte. No sobrecargues las bolsas para evitar pesen mucho o que se rompan.

Después, lleva los escombros a un punto limpio o centro de reciclaje autorizado. Si no puedes transportar los escombros de inmediato, mantén la zona limpia durante el proceso para poder desplazarte por la casa sin problema.

4. Preparación del espacio para instalar el nuevo plato de ducha

Antes de proceder a la instalación del plato de ducha, habrá que verificar las conexiones de fontanería y  nivelar el suelo. Previamente, es importante asegurar la limpieza del espacio de trabajo, retirando cualquier escombro generado en la reforma. Para deshacernos del polvo, mojaremos el suelo y utilizaremos una escoba o fregona para dejar el suelo completamente limpio, lo que nos permitirá identificar posibles daños como grietas o huecos. De este modo, dejarás el espacio de trabajo listo para continuar con la tarea de renovar el plato de ducha.

A continuación te detallamos en qué consiste cada paso:

En los siguientes apartados te detallamos como preparar la ubicación de la ducha para instalarla.

4.1. Verificación de las conexiones de fontanería

Es fundamental asegurarse de que las conexiones de fontanería (tomas de agua y desagüe) estén en perfecto estado y correctamente ubicadas. Esto es esencial para garantizar un buen funcionamiento y evitar problemas posteriores, como atascos o fugas. En los siguientes pasos te contamos como verificarlo de manera sencilla:

1. Colocar grifo a la altura adecuada: el primer paso en el cambio de plato de duchaes mover el grifo a la altura adecuada para la nueva ducha. Para ello, tal vez debas realizar una roza en la pared para mover las tuberías de agua fría y caliente.
Si vas a instalar un grifo termostático, esta debe quedar a una altura de entre 1 y 1,10 metros, dependiendo de si la grifería es normal o telescópica. Si es normal, debes dejarla más alta para evitar que golpee la cabeza al ducharse.

2. Verificar alineación del desagüe: después, tendrás que verificar que desagüe esté alineado correctamente con la salida de la ducha, de manera que el agua fluya correctamente. Para evitar atascos, es preferible que el desagüe esté lo más cerca posible del sistema de tuberías de agua.

Si el desagüe se encuentra más alejado, debes asegurarte de que haya una ligera pendiente en las tuberías para garantizar que el agua fluya sin obstrucciones después de la sustitución del plato de ducha.

Si el sifón, que conecta el desagüe con las tuberías, está ubicado más lejos, es necesario dejar una pendiente de entre el 2% y el 3%. Esto significa que, por cada metro de longitud del tubo de desagüe, debemos elevar el sifón entre 2 y 3 cm para evitar que se produzcan atascos. Recuerda que el extremo del tubo conectado al desagüe debe estar ligeramente más bajo que el extremo que sale de la bañera.

4.2. Nivelación del suelo

Un suelo bien nivelado es esencial para garantizar la estabilidad de la ducha y su correcto funcionamiento a largo plazo. Al retirar el anterior plato de ducha, es posible que encontremos una base sólida de cemento o, por el contrario, escombros que hayan sido utilizados como relleno en la base.

Teniendo en cuenta que vamos a cambiar un plato de ducha por otro, las dimensiones de ambos serán similares, por lo que los ajustes en el nivel del suelo serán mínimos. En los siguientes pasos te enseñamos a ajustar el nivel del suelo a la altura deseada:

1. Ajustar altura de la base: para comenzar, debes tener claro cuánto necesitas ajustar la altura de la base. Para ello, utiliza un nivel de burbuja, una herramienta simple pero muy útil que te permitirá detectar cualquier desnivel o irregularidad en la superficie del suelo.

2. Corregir desigualdades: el siguiente paso será corregir zonas desiguales antes de continuar, ya que podrían afectar a la estabilidad y funcionalidad de la ducha. En ese caso, te recomendamos aplicar una capa de mortero o incluso rellenar con materiales adecuados, para garantizar una base firme.

3. Ubicación del desagüe: si es necesario desplazar el desagüe, este es el momento para hacerlo. Para moverlo, une el tubo de desagüe con el sumidero utilizando pegamento de PVC, asegurándote de que ambas piezas estén bien selladas. Es importante que tapemos el extremo del tubo con un trapo o un saco para evitar que entre material o suciedad en el tubo mientras trabajamos.

4. Nivelar base de la ducha: una vez que hayas corregido cualquier desnivel y el desagüe esté correctamente posicionado, procederás a nivelar la base de la ducha utilizando mortero. Para prepararlo, sigue las indicaciones del fabricante. Generalmente consisten en mezclar cuatro partes de arena para una de cemento y una de agua.

Con esta mezcla, extiende una capa uniforme de mortero sobre el suelo, asegurándote de que cubra toda el área donde se instalará el plato de ducha. Utiliza una llana o espátula para distribuir el mortero de manera uniforme, alisándolo bien para obtener una superficie nivelada.

Si el espacio es grande o el suelo presenta muchas irregularidades, te recomendamos trabajar por secciones pequeñas para facilitar la aplicación del mortero. De este modo, evitarás que queden áreas sin nivelar o con una capa demasiado gruesa de mortero.

Ahora deberás dejar secar el mortero por completo antes de continuar con la instalación de la ducha. Por lo general, se recomienda esperar al menos 24 horas. Si continuas con la reforma de ducha antes de tiempo, la base no sería lo suficientemente sólida para fijar correctamente el plato de ducha.

5. Instalación del nuevo plato de ducha

En los siguientes apartados te mostramos como instalar el plato de ducha nuevo.

5.1. Instalación del desagüe

Antes de poner el plato de ducha en su lugar, debes comprobar que el sistema de desagüe esté correctamente instalado. Tras haberlo revisado, podrás comenzar a cambiar el desague del plato de ducha.

Primero, deberás colocar la válvula de desagüe en el plato de ducha. Procura que esta quede bien ajustada, ya que cualquier pequeño hueco puede generar una fuga.  Después, usa una junta de goma, o el material adecuado según el tipo de válvula, para garantizar un buen sellado.

Algunos modelos de platos de ducha traen el sistema de desagüe integrado, lo cual te ahorra un paso. De todos modos, debes comprobar que haya quedado bien instalado, y sin fisuras.

Ahora, es el momento de conectar el desagüe al sistema drenaje existente de la base del suelo, donde va asentado el plato. No olvides sellar bien todas las conexiones de fontanería. Puedes usar pegamento de PVC, silicona y teflón o cinta de sellado para evitar filtraciones.

5.2. Colocación del plato de ducha

Ahora que tenemos el desagüe listo, el siguiente paso es colocar el plato de ducha en su sitio. Antes de ponerlo, debes comprobar que la base donde va a descansar esté bien seca y preparada.

Colocaremos el plato de ducha sin ningún tipo de aglutinante a modo de prueba. Si está en la posición correcta, procederemos a aplicar el adhesivo o mortero en la base para fijarlo de manera firme. Dependiendo del tipo de plato de ducha, podemos usar un adhesivo especial para cerámica o un mortero de montaje. Deberás cubrir toda la base del plato de ducha con una capa uniforme del material elegido, siguiendo las indicaciones del fabricante.

De este modo, colocarás el plato de ducha en su lugar, alineándolo con el sistema de desagüe. Es importante que el plato quede bien asentado, sin holguras ni espacios vacíos entre el plato y la base del suelo. También debes verificar que el desagüe se conecte perfectamente con el sifón o sistema de drenaje, sin forzar ninguna pieza.

Una vez colocado el plato de ducha, presiona firmemente para asegurarte de que quede bien fijado en el adhesivo o mortero. Si es necesario, usa un nivel de burbuja para verificar que el plato está perfectamente nivelado, ajustando según sea necesario. Finalmente, deja que el adhesivo o mortero se seque durante el tiempo recomendado por el fabricante antes de continuar.

5.3. Sellado del plato de ducha

Realizar este paso correctamente es clave para evitar que el agua se filtre por las uniones entre el plato y la pared. Así, para mantener la zona libre de humedad y prevenir posibles daños en las paredes o el suelo.

Primero, deberás aplicar una capa de silicona sanitaria, diseñada específicamente para resistir la humedad y los cambios de temperatura en el baño. Preferiblemente, usa una silicona de color blanco o transparente, dependiendo del color de tu ducha, para obtener un sellado estético y efectivo. Realiza los siguientes pasos para aplicar correctamente la silicona:

  1. Realiza una buena limpieza dela zona que vas a sellar, eliminando cualquier residuo de polvo, suciedad o restos de mortero.
  2. Después, corta la boquilla del cartucho de silicona en un ángulo de 45ºpara facilitar su aplicación. Ahora, aplica una línea continua de silicona a lo largo del borde del plato de ducha, donde este entra en contacto con la pared.
  3. Usa una espátula o un dedo húmedo para alisar la silicona, asegurándote de que cubra bien todo el borde y quede uniforme. Es importante que no haya huecos ni burbujas, ya que estos podrían permitir que el agua se filtre. La silicona debe quedar bien adherida tanto al plato de ducha, como a la pared.

Una vez aplicada, deja secar la silicona durante el tiempo recomendado por el fabricante (24 – 48 horas). No uses la ducha durante este período para garantizar un sellado perfecto y evitar filtraciones.

6. Instalación de los azulejos (alicatado)

Con el plato de ducha ya instalado, se puede comenzar a alicatar las paredes. Es una parte esencial en el cambio de plato de ducha, no solo por la estética de la estancia, sino también por la protección que brinda contra la humedad. Si realizas el proceso correctamente, conseguirás un acabado profesional que no solo será funcional, sino también visualmente atractivo.

Si decides cambiar los azulejos hasta el techo, debes asegurarte de que el nuevo alicatado quede a la misma altura que los azulejos existentes, especialmente si vas a trabajar hasta el zócalo o rodapié. En los siguientes pasos te explicamos como hacerlo:

1. Preparación de la pared: el primer paso es preparar la pared, procurando que la superficie esté limpia, nivelada y libre de polvo o residuos. Si la pared presenta irregularidades, es recomendable aplicar una capa de adhesivo o un mortero de nivelación para corregir cualquier desnivel y lograr una base firme para los azulejos.
Para alicatar las paredes del baño es recomendable utilizar un adhesivo cerámico, ya que es resistente a la humedad y garantizará una buena adherencia de los azulejos. Aplica el adhesivo sobre la pared con una llana dentada (peine o llana de dientes), extendiéndolo de manera uniforme. Intenta no cubrir una gran área de golpe para evitar que el adhesivo se seque antes de colocar los azulejos.

2. Colocación de los azulejos: comienza colocando el primer azulejo en la esquina o en el centro de la pared, dependiendo del patrón que prefieras, y usa separadores para mantener una distancia uniforme entre los azulejos. A medida que avanzas, verifica que los azulejos estén nivelados y alineados. Si es necesario, utiliza una regla o nivel para corregir cualquier desajuste.
Recuerda que es imprescindible dejar que el adhesivo seque antes de proceder con el rejuntado, entre 24 y 48 horas, dependiendo del tipo de adhesivo que utilices. Una vez seco, puedes proceder a aplicar el rejuntado entre los azulejos, usando una espátula de goma para presionar el material de rejuntado en las juntas. Asegúrate de eliminar el exceso de rejunte con una esponja húmeda antes de que se seque, y limpia bien la superficie de los azulejos para evitar manchas.

3. Aplicar sellador: finalmente, una vez que el rejuntado esté completamente seco, puedes aplicar un sellador impermeable en las juntas para protegerlas de la humedad. Esto ayudará a mantener tu alicatado en perfecto estado durante más tiempo.

7. Instalación de grifería

Cuando los azulejos estén bien colocados y completamente secos, es hora de cambiar la grifería de la ducha. La instalación de la grifería es un paso crucial en la renovación de tu baño, ya que no solo afecta la funcionalidad de la ducha, sino también la estética general del espacio. Asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante y de ajustar correctamente la grifería para evitar problemas a largo plazo.

Primero, asegúrate de que las conexiones de fontanería estén bien preparadas y sean accesibles. Debemos recordar que la toma de  agua caliente debe ir siempre a la izquierda y la del agua fría a la derecha. Deja aproximadamente 15 centímetros de distancia entre las dos tomas para garantizar un funcionamiento adecuado de la grifería. Este espacio también permite una instalación cómoda de los mandos del grifo, facilitando su uso.

Si notas que las tomas de agua no están perfectamente alineadas o si hay alguna pequeña diferencia en su posición, las excéntricas son la solución ideal; son piezas ajustables que permiten modificar la altura y la separación entre las tomas, garantizando que la grifería quede perfectamente alineada y centrada. Resulta particularmente útil cuando las conexiones de fontanería no coinciden exactamente con las ubicaciones de la grifería.

Si has tenido que colocar las excéntricas, el paso siguiente será colocar la grifería termostática en las conexiones de agua caliente y fría, si has optado por ella. Recuerda que la instalación de esta debe seguir ciertos estándares de seguridad y funcionalidad. Asegúrate de apretar bien las conexiones para evitar fugas, y verifica que el termostato funcione correctamente antes de fijar los componentes en su lugar.

Después de instalar la grifería, revisa todas las conexiones para comprobar que no haya filtraciones. Puedes hacer una pequeña prueba de apertura y cierre del agua para comprobar el funcionamiento adecuado del sistema.

8. Instalación de la mampara

El último paso en la reforma de plato de ducha es la instalación de la mampara de ducha. Dependiendo del espacio y el diseño del baño, se puede elegir una mampara fija, una con hoja abatible, o una mampara con dos hojas correderas. La elección dependerá del diseño general del baño, en especial, si el espacio es frontal o en forma de “L”.

Tras haber instalado la mampara, sea del tipo que sea, es imprescindible dejar secar la silicona durante al menos un día para obtener un buen sellado. Así tendrás tu cambio de ducha en 24 horas.

8.1. Mampara fija

Para instalar una mampara fija, primero necesitarás algunos materiales básicos como el panel de vidrio o acrílico de la mampara, los perfiles de fijación, tornillos, tacos, silicona impermeable y un sellador para juntas. Las herramientas necesarias incluirán un taladro con broca para azulejos, un destornillador, un nivel de burbuja, cinta métrica, una espátula para aplicar silicona y una llave inglesa.

1. Toma de medidas: comienza tomando las medidas del área donde deseas instalar la mampara utilizando la cinta métrica. Marca el lugar donde irán los tornillos con un lápiz para asegurarte de que todo queden alineados.

2. Colocación de fijaciones: coloca el perfil de fijación sobre las marcas y utiliza el taladro con broca para azulejos para perforar los agujeros en la pared. Fija el perfil utilizando los tornillos y tacos de fijación.

3. Colocación del panel: coloca el panel de vidrio o acrílico dentro del perfil y asegúrate de que esté bien alineado con la pared para evitar cualquier desajuste. 

4. Sellado de juntas: cuando este bien situado, usa la espátula para aplicar silicona alrededor de las juntas y en la unión con la pared, sellando completamente el borde para evitar filtraciones de agua.

8.2. Mampara abatible

Para instalar una mampara abatible, necesitarás una mampara con bisagras, perfiles de fijación, tornillos y tacos, así como silicona impermeable y juntas de goma o un sellador adecuado para las bisagras. Al igual que con una mampara fija, necesitarás el taladro con broca para azulejos, destornillador, nivel de burbuja y espátula.

1. Medir espacio: primero, mide el espacio de la duchacon la cinta métrica para asegurarte de que la mampara encaje correctamente. Marca los puntos donde colocarás los perfiles en la pared.

2. Colocación de sujeciones: utilizando el taladro con broca adecuada, haz  agujeros en las paredes y asegúrate de que los perfiles estén alineados correctamente. Fija los perfiles con tornillos y tacos.

3. Colocación de bisagras: coloca las bisagras en la puerta de la mampara y conéctalas a los perfiles fijados en las paredes. Asegúrate de que las bisagras estén bien ajustadas y que la puerta pueda abrirse y cerrarse sin problemas.

4. Sellado de juntas: para evitar filtraciones, coloca juntas de goma alrededor de las bisagras y usa silicona en las juntas de las paredes.

8.3. Mampara corredera

La instalación de una mampara corredera requiere un sistema de rieles en la parte superior e inferior, por lo que los materiales incluyen la mampara corredera, rieles, ruedas para las puertas, tornillos, tacos, silicona impermeable y selladores para las juntas. Las herramientas necesarias serán similares a las anteriores, con un taladro con broca para azulejos, destornillador, nivel de burbuja y espátula.

1. Toma de medidas: comienza tomando las medidas del espacio para asegurarte de que los rieles y las puertas encajen correctamente.

2. Colocación de sujeciones: marca las ubicaciones para los rieles en la parte superior e inferior. Después, usa el taladro para perforar los agujeros en las paredes y el suelo, y fija los rieles utilizando los tornillos y tacos adecuados.

3. Colocación de puertas: coloca las ruedas en las puertas de la mampara y asegúrate de que puedan deslizarse suavemente por los rieles. Instala las puertas en los rieles superiores e inferiores y verifica que se deslicen correctamente.

4. Sellado de juntas: finalmente, sella las juntas de las puertas con silicona para evitar filtraciones de agua.

8.4. Mampara plegable

Para instalar una mampara plegable, necesitarás las hojas de la mampara, rieles, bisagras, tornillos, tacos, silicona impermeable y sellador para las juntas. Las herramientas necesarias incluyen el taladro con broca para azulejos, destornillador, nivel de burbuja y espátula.

1. Toma de medidas: comienza midiendo el espacio para asegurarte de que las hojas de la mampara puedan plegarse sin obstáculos.

2. Colocación de sujeciones: marca las ubicaciones de los rieles y utiliza el taladro para hacer los agujeros necesarios en las paredes. Fija los rieles con los tornillos y tacos, asegurándote de que estén alineados y nivelados.

3. Colocación de las bisagras: más tarde, deberás colocarlas bisagras en las hojas de la mampara y colócalas sobre los rieles para asegurarte de que se plieguen correctamente. Ajusta las bisagras para que las puertas puedan abrirse y cerrarse sin dificultad.

4. Sellado de juntas: aplica silicona para sellar las uniones y evitar filtraciones.